Los alumnos cuyos padres tienen un limitado interés en su aprendizaje son más propensos que sus compañeros a abandonar la escuela.
Esta es la conclusión a la que han llegado académicos de todo el mundo.
Según una investigación tres universidades de Chicago, los padres son los que tienen mayor influencia sobre el rendimiento de sus hijos y su permanencia en la escuela.
Para este estudio analizaron el comportamiento de 140 alumnos y extrapolaron esta información a 681 escuelas. La conclusión de la investigación fue unánime, el rendimiento académico está directamente relacionado con el nivel de participación de los padres.
«El logro académico depende en gran medida de la participación de los padres»
Además, se constató que las tasas de deserción escolar son más altas entre los alumnos que no viven con sus padres.
Sin embargo, hay un factor particularmente influyente en el abandono escolar y que no depende directamente de los padres, hablamos de los amigos.
Un alumno es fuertemente influenciado por sus amistades si estas son desertoras o enemigas del sistema educativo,se trata de los amigos que son “las malas influencias” como dirían muchos padres.
La buena noticia es que el impacto de la participación de los padres en estos casos es importante,
ya que permite a las escuelas identificar a los alumnos vulnerables de ser influenciados por alumnos más rebeldes en materia de educación dentro de la escuela.
Los maestros pueden intentar evitar que estos alumnos pasen tiempo con compañeros vulnerables e informar a los padres.
Atención paterna
De hecho la participación paterna en la escuela es de suma importancia para luchar contra el abandono escolar.
En España, tres de cada diez alumnos no consiguen culminar sus estudios,lo que sitúa a nuestro país como el segundo de la Unión Europea con mayor índice de fracaso escolar.¿Hasta qué punto son los padres responsables de ello?
Los estudios evidencian cuanto mayor sea el seguimiento de los padres en materia escolar, menor es el riesgo de fracaso escolar. Entre otras cosas, es importante inculcar el hábito de estudio en los niños desde pequeños, hay que intentar que se aficionen a la lectura.
Los expertos recalcan que los hijos deben percibir que sus padres consideran sus estudios como una prioridad y deben sentirse estimulados al aprendizaje.
Además deben colaborar estrechamente con el centro educativo y visitarlo al menos dos o tres veces en el curso escolar.
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